Una joven identificada como Ana Júlia Jacinto Resende, de 22 años, falleció durante la madrugada del domingo 7 de diciembre en Aparecida, estado de São Paulo, Brasil, después de que el vehículo en el que se desplazaba con amigos fuera alcanzado por múltiples impactos de arma de fuego.
El hecho, confirmado por la Secretaría de Seguridad Pública de São Paulo (SSP-SP), dejó además a dos acompañantes heridos, quienes permanecen bajo atención médica en un centro hospitalario de la región.
De acuerdo con la información oficial, la víctima y sus amistades regresaban de un evento social en Guaratinguetá a bordo de una Land Rover cuando fueron sorprendidos por una serie de disparos.
Las tres jóvenes que viajaban en el automóvil resultaron lesionadas y fueron trasladadas de urgencia al hospital de Aparecida.
Ana Júlia, ubicada en el asiento trasero derecho, sufrió heridas graves que terminaron provocando su muerte poco después de su ingreso.
Según los testimonios recogidos inicialmente, el grupo había pasado por una pastelería de la ciudad antes de dirigirse nuevamente al vehículo.
Ya en marcha, escucharon varios disparos que impactaron la carrocería. Mientras el conductor buscaba ayuda, los acompañantes intentaban contener el sangrado de la joven herida.
La SSP-SP informó que el automóvil era conducido por un hombre de 34 años, cuya identidad no fue revelada.
Sin embargo, la dinámica del grupo sigue siendo materia de investigación debido a las contradicciones detectadas en los relatos de los sobrevivientes.
Imágenes de cámaras de seguridad obtenidas por el portal TH+ muestran que, al llegar al área de urgencias del hospital, un hombre no identificado bajó del vehículo y permaneció unos minutos en el patio de la Basílica del Santuario Nacional.
Este individuo no fue mencionado en los primeros testimonios entregados a las autoridades.
En la comisaría, los dos sobrevivientes ofrecieron relatos distintos respecto a la presencia de esta persona.
Uno afirmó que un amigo viajaba en el asiento delantero, mientras que el otro negó en repetidas ocasiones que hubiera alguien más dentro del automóvil. Pese a la insistencia de los investigadores, ambos mantuvieron versiones incompatibles.
La Policía Civil determinó que el conductor no se comunicó con la Policía Militar tras el ataque; el aviso inicial provino directamente del hospital.
Las autoridades analizan ahora el recorrido del hombre no identificado que aparece en los videos, así como otros elementos que puedan esclarecer el ataque.
Durante los peritajes realizados dentro de la Land Rover, especialistas encontraron un fragmento de proyectil, lo que refuerza la línea investigativa relacionada con un ataque armado.
El caso quedó registrado en la Comisaría de Guaratinguetá como homicidio consumado y tentativa de homicidio, mientras continúan las diligencias para determinar el origen del ataque, esclarecer la participación de todos los involucrados y reconstruir con precisión los hechos.
