Una menor de 13 años perdió la vida en el condado de Leicestershire, Inglaterra, tras verse involucrada en una práctica peligrosa difundida en redes sociales, conocida internacionalmente como “chroming” y popularmente identificada en Brasil como el “desafío del desodorante”.
La víctima fue identificada como Tiegan Jarman, cuyo fallecimiento volvió a poner en el centro del debate público los peligros asociados a los contenidos virales y al uso indebido de productos químicos domésticos.
El hecho ocurrió cuando la adolescente inhaló vapores provenientes de al menos una lata de desodorante en aerosol, según informó su entorno familiar.
La inhalación de este tipo de sustancias puede generar efectos inmediatos en el organismo y consecuencias graves para la salud, especialmente en menores de edad.
Tras el deceso, Paul Jarman, padre de la menor, decidió hacer pública la situación con el objetivo de alertar a otras familias.
En declaraciones recogidas por medios locales, sostuvo que los riesgos vinculados al consumo de contenidos digitales peligrosos no están siendo abordados con la suficiente profundidad.
Subrayó la necesidad de que la educación sobre el uso responsable de redes sociales forme parte del currículo escolar y de que exista una mayor identificación y bloqueo de contenidos dañinos en las plataformas digitales.
La práctica del chroming consiste en la inhalación intencional de productos como desodorantes en aerosol, disolventes industriales o pinturas metálicas, con el fin de provocar una sensación momentánea de euforia.
Especialistas en salud advierten que esta conducta puede ocasionar pérdida de conciencia, afectaciones neurológicas, fallos respiratorios, paro cardiorrespiratorio y, en casos extremos, la muerte.
Incidentes vinculados a esta conducta ya han sido documentados en países como Australia, Estados Unidos y Brasil.
En respuesta a lo ocurrido, Alisha, hermana mayor de Tiegan, impulsó una petición pública para exigir que productos de uso cotidiano, como desodorantes y solventes, incorporen advertencias más visibles y explícitas sobre los peligros de la inhalación.
La iniciativa también plantea que los centros educativos aborden de manera directa los riesgos asociados a desafíos virales y tendencias nocivas en internet.
Por su parte, Rob Hopkin, padrastro de la adolescente, señaló que resulta complejo determinar si Tiegan había participado anteriormente en este tipo de prácticas, ya que suelen realizarse de forma discreta y fuera del alcance de la supervisión adulta, lo que dificulta su detección temprana.
Ante el incremento de casos similares, plataformas como TikTok comenzaron a bloquear búsquedas relacionadas con esta tendencia y a redirigir a los usuarios hacia contenidos informativos sobre los riesgos del abuso de sustancias y la seguridad digital.
La problemática también ha generado preocupación en Brasil, donde se registraron episodios recientes. En abril, Sarah Raissa Pereira de Castro, de 8 años, falleció tras inhalar desodorante.
Un mes antes, Brenda Sophia Melo de Santana, de 11 años, sufrió un paro cardiorrespiratorio en el estado de Pernambuco luego de un comportamiento similar.
Estos hechos motivaron pronunciamientos de figuras públicas, entre ellas la primera dama brasileña, Janja da Silva, quien expresó la necesidad de avanzar hacia regulaciones más estrictas sobre los contenidos difundidos en redes sociales, especialmente aquellos que pueden representar un riesgo para niños y adolescentes.


