Tenía 17 años y un proyecto de vida definido: postular a la Policía Nacional. A comienzos de marzo de 2023, Heraid Diana Quintanilla Jayo salió de San Clemente, en Pisco, Perú, rumbo a Ica para sostener un último encuentro con su expareja, una relación previamente marcada por celos, control y amenazas.
Desde entonces, su familia no ha logrado recuperar su cuerpo y solicita que el responsable revele el lugar donde fue abandonado.
Heraid Diana Quintanilla Jayo, próxima a cumplir 18 años el 13 de abril de 2023, era la segunda de seis hermanas. Había culminado la educación escolar y trabajaba junto a una de ellas para contribuir a la economía del hogar.
En su entorno la recuerdan como una adolescente sociable, con presencia activa en redes sociales y planes orientados al servicio público.
La joven inició una relación con un varón dos años mayor. Con el transcurso del tiempo, el vínculo derivó en episodios de violencia física y psicológica, restricciones a su libertad y amenazas reiteradas.
Familiares advirtieron cambios en su conducta; amigas cercanas recibieron confidencias sobre empujones, golpes y control permanente. En varias ocasiones, Diana regresó a su centro de trabajo con lesiones visibles.
Al cumplir aproximadamente un año de relación, Diana decidió alejarse tras conocer una infidelidad. Posteriormente, comunicó a su expareja que estaba embarazada y que deseaba despedirse.
Antes de su viaje, se registraron mensajes y audios intimidatorios enviados por el agresor, incluidos registros en los que exhibía un arma de fuego y profería amenazas.
Estos elementos quedaron documentados en conversaciones fechadas el 8 y 9 de marzo.
El encuentro se realizó en una vivienda de la urbanización San Ildefonso, distrito de La Tinguiña (Ica).
El inmueble había sido alquilado por Jefferson Fajardo Jurado, amigo del agresor, quien —según las investigaciones— habría facilitado el arma.
En el lugar se encontraban el imputado y dos acompañantes, consumiendo bebidas alcohólicas.
De acuerdo con la reconstrucción policial, tras una discusión se produjo un forcejeo y el agresor efectuó un disparo en la cabeza de la adolescente, causándole la muerte. Luego abandonó la escena. Diana no regresó a su domicilio.
Ante la falta de noticias, la familia denunció la desaparición y desplegó acciones de búsqueda en hospitales, zonas frecuentadas y redes sociales, además de realizar marchas públicas. Con acceso a las conversaciones de la víctima, el área de Investigación Criminal de Pisco solicitó la detención preliminar de Noe Mario Chuquispuma Huanca.
El investigado fue intervenido cuando intentaba trasladarse a Lima, a bordo de un bus, en Pucusana, acompañado por otra menor de edad.
Tras las diligencias, confesó el hecho y participó en la reconstrucción en la vivienda de Ica, donde se hallaron manchas de sangre.
Según la declaración del imputado, terceros habrían arrojado el cuerpo en un punto aún no determinado. Desde entonces, la Policía y los familiares realizan operativos de búsqueda en diversos lugares, incluido un río.
El Ministerio Público dictó nueve meses de prisión preventiva contra Noe Mario Chuquispuma Huanca por el presunto delito de feminicidio.
Jefferson Fajardo Jurado fue intervenido en flagrancia por tenencia de material explosivo y otros delitos, quedando también vinculado a la investigación.
Los deudos han efectuado plantones frente al Ministerio Público de Pisco con un pedido específico: conocer el paradero del cuerpo de Heraid Diana Quintanilla Jayo para realizar las exequias correspondientes.
Mientras el proceso judicial continúa, la adolescente permanece no localizada, y la familia aguarda información que permita cerrar el caso conforme a la ley.


