Un accidente aéreo ocurrido la mañana de este jueves en el Aeropuerto Regional de Statesville, ubicado en Carolina del Norte, Estados Unidos, provocó la muerte del expiloto de NASCAR Greg Biffle, de 55 años, junto a seis personas más, entre ellas su esposa y sus dos hijos, de acuerdo con información confirmada por autoridades locales y por la propia NASCAR.
El hecho se registró alrededor de las 10:15 a. m. (hora local), cuando un jet privado Cessna Citation C550 sufrió un impacto fatal durante una maniobra de aproximación para aterrizaje, según los primeros reportes oficiales.
La aeronave, que estaba registrada a nombre de una empresa vinculada a Biffle, transportaba a siete ocupantes, quienes fallecieron en el lugar.
Entre las víctimas se encontraban Greg Biffle, su esposa Cristina, su hija Emma, de 14 años, y su hijo Ryder, de 5 años, confirmaron familiares directos mediante un comunicado oficial difundido tras el suceso.
En el mismo vuelo también viajaban Dennis Dutton, su hijo Jack Dutton, y Craig Wadsworth, amigos cercanos del núcleo familiar.
En el mensaje difundido por los allegados, se señaló textualmente:
“Estamos devastados por la pérdida de nuestros seres queridos. Esta tragedia ha dejado a todas nuestras familias con un dolor imposible de describir”.
Las autoridades federales asumieron la investigación del siniestro aéreo. Personal del Consejo Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) y de la Administración Federal de Aviación (FAA) se desplazó hasta la zona para recopilar evidencias, analizar los restos de la aeronave y determinar las circunstancias técnicas que derivaron en el accidente. Hasta el momento, no se han establecido causas oficiales.
Greg Biffle fue una figura destacada del automovilismo estadounidense, con una carrera que incluyó victorias y campeonatos en las principales categorías del campeonato, como la NASCAR Cup Series, Xfinity Series y Truck Series.
Su trayectoria lo consolidó como uno de los nombres más reconocidos del deporte motor, tanto por sus logros competitivos como por su participación en iniciativas solidarias fuera de las pistas.
Tras conocerse la noticia, equipos, pilotos, organizaciones deportivas y aficionados del automovilismo expresaron públicamente su consternación por la pérdida de una de las figuras históricas de NASCAR, en un hecho que conmocionó al ámbito deportivo y a la comunidad local de Carolina del Norte.





