Las autoridades de Portugal confirmaron el hallazgo sin vida de la ciudadana brasileña Lucinete Freitas, de 55 años, quien había sido reportada como desaparecida desde el 5 de diciembre.
El cuerpo fue localizado tras una investigación dirigida por la Policía Judicial Portuguesa (PJ), que condujo a la detención de una persona también de nacionalidad brasileña, de 43 años, señalada como presunta responsable del hecho.
De acuerdo con la información oficial, el suceso ocurrió en el municipio de Amadora, situado en el área metropolitana de Lisboa, donde Lucinete Freitas residía y trabajaba como niñera en un domicilio particular.
La alerta inicial fue emitida por sus empleadores, quienes notificaron a las autoridades tras no tener noticias de ella y constatar que había dejado de responder llamadas y mensajes telefónicos.
Las indagaciones revelan que la desaparición fue considerada irregular desde las primeras horas, ya que la mujer había informado que realizaría una visita a una propiedad en la región del Algarve, en el sur del país, pero nunca llegó a su destino.
A partir de ese momento, la PJ activó un proceso de búsqueda y recopilación de pruebas que permitió reconstruir sus últimos movimientos.
Según el comunicado policial, el cuerpo fue hallado en una zona boscosa y despoblada, donde habría sido ocultado bajo diversos objetos.
El arresto del sospechoso se produjo la noche del jueves 18 de diciembre, y las autoridades indicaron que el hecho habría tenido un origen trivial, sin que se hayan divulgado más detalles por tratarse de una investigación en curso.
En el plano familiar y consular, el Consulado General de Brasil en Lisboa, encabezado por el embajador Alessandro Candeas, informó oficialmente a los familiares sobre el fallecimiento y brindó orientación sobre los trámites legales y administrativos.
El organismo diplomático confirmó que prestará apoyo en la gestión de documentación, el proceso de repatriación del cuerpo y otros procedimientos necesarios.
Lucinete Freitas se encontraba en Portugal sin su núcleo familiar debido a que el consulado portugués en Fortaleza, Ceará, había denegado la visa de trabajo solicitada por su esposo, José Teodoro, de 41 años.
La víctima tenía un hijo adolescente, quien permanece en Fortaleza junto a su padre. La familia tenía previsto reunirse en territorio portugués a comienzos de 2026.
Según fuentes cercanas, el esposo había mantenido contacto con ella pocos días antes de su fallecimiento.
La Policía Judicial Portuguesa continúa con las diligencias para esclarecer completamente los hechos, definir responsabilidades y completar el expediente judicial correspondiente, conforme a los procedimientos legales vigentes en Portugal.



