Las autoridades de Camaçari, en la Región Metropolitana de Salvador, Brasil, investigan la muerte de Flavyane de Almeida Silva, una joven de 20 años, quien fue llevada por desconocidos durante la mañana del lunes 8 de diciembre y localizada sin vida pocas horas después.
La víctima había salido a caminar con su hija cuando fue obligada a subir a un vehículo, mientras la niña, de apenas un año, quedó abandonada frente a la vivienda familiar.
De acuerdo con la reconstrucción preliminar, el hecho tuvo lugar alrededor de las 11:00 a. m. en la calle Sucupió, en el barrio Vila de Abrantes.
Testigos señalaron que los ocupantes de un automóvil interceptaron a la joven y la forzaron a ingresar al vehículo.
La hija de la víctima fue encontrada minutos después por residentes del sector, quienes notificaron a familiares que viven en las inmediaciones.
La familia, tras rescatar a la menor, acudió a la 26.ª Comisaría Territorial para formalizar la denuncia por desaparición y ofrecer detalles que permitieran orientar la búsqueda.
Alrededor de la 1:00 p. m., agentes de seguridad recibieron información sobre el hallazgo de un cuerpo femenino en una zona de vegetación en Catu de Abrantes, también en Camaçari.
La ubicación presentaba difícil acceso, por lo que equipos policiales y personal forense se desplazaron para iniciar los análisis en el lugar.
La coincidencia temporal entre la desaparición y el hallazgo llevó a los investigadores a considerar una posible conexión entre ambos hechos.
Más tarde, en el Instituto Médico Forense de Camaçari, la pareja de la víctima confirmó que el cuerpo correspondía a Flavyane de Almeida Silva.
El compañero de Flavyane, un electricista que presta servicios en un complejo turístico de la zona de Busca Vida, declaró que se encontraba en su jornada laboral cuando fue alertado por la familia sobre la situación.
Indicó que su hija había sido encontrada sola y que personas no identificadas se habían llevado a la joven.
Tras recibir la llamada, se dirigió inmediatamente a su hogar, recogió a la menor y se presentó en la estación policial para reportar el secuestro.
Durante su declaración, fue informado sobre el cuerpo hallado y posteriormente trasladado al instituto forense para realizar la identificación oficial.
El electricista explicó que el teléfono móvil de Flavyane quedó en la vivienda y estaba protegido con contraseña, lo que dificulta verificar si recibió comunicaciones previas al incidente.
Añadió que convivían desde hacía tres años y que la joven se dedicaba al hogar y al cuidado de su hija.
La 4.ª División de Homicidios de Camaçari encabeza las diligencias con el objetivo de esclarecer las circunstancias del secuestro y la muerte de la joven.
El jefe de la unidad, Antônio Sena, ha tomado declaraciones a la pareja, al abuelo de la víctima y a otros familiares, con el fin de establecer un perfil detallado de la joven, conocer su dinámica familiar y determinar posibles líneas de trabajo.
La investigación incluye la revisión de la rutina de Flavyane, su entorno social y cualquier situación reciente que pueda aportar indicios sobre quienes serían los responsables.
Según la familia, la joven no tenía antecedentes policiales y se dedicaba exclusivamente a las labores domésticas y al cuidado de su hija.
Las autoridades continúan analizando testimonios y evidencias para identificar a los involucrados y esclarecer el caso.



