La localidad de Coronel Suárez, en la provincia de Buenos Aires (Argentina), permanece conmocionada tras el episodio ocurrido durante la madrugada del martes, cuando Gustavo Suárez, de 48 años, se disparó contra su hijo Francisco y posteriormente se provocó la muerte.
El hecho se produjo dentro de un automóvil Mercedes Benz detenido sobre la Ruta 60, donde efectivos policiales hallaron la escena tras recibir una alerta.
De acuerdo con fuentes oficiales, horas antes del suceso Suárez se comunicó con su expareja, Daiana García, una agente policial de 35 años, para adelantarle sus intenciones.
Al arribar al lugar, los uniformados encontraron al hombre sin vida y al menor gravemente herido por un impacto de arma de fuego en la cabeza.
El niño fue trasladado con urgencia al hospital local, pero falleció minutos después pese a los esfuerzos médicos.
Los investigadores confirmaron que el cuerpo del menor permanece bajo custodia judicial en el marco de las actuaciones, a la espera de ser entregado a sus familiares.
Paralelamente, se reveló que entre los progenitores existían conflictos previos, denuncias recíprocas y antecedentes de episodios que habían motivado intervenciones institucionales.
Documentos oficiales a los que tuvo acceso la prensa local indican que el 7 de noviembre, García solicitó una restricción perimetral para impedir que Suárez tuviera contacto con el niño.
Sin embargo, el Juzgado de Garantías N.º 3, encabezado por el juez Alberto Antonio Manzi, desestimó la petición y remitió el expediente al Juzgado de Paz, que luego derivó la situación al área de Servicio Social municipal.
Como parte del abordaje, los profesionales del Servicio Social propusieron medidas de resguardo para el menor.
Aun así, el 14 de noviembre, el Juzgado de Paz ordenó el cese de las medidas de perturbación niño, señalando que no se había acreditado un riesgo inmediato que justificara restringir el contacto entre el padre y el padre.
Esa decisión habilitó la continuidad del régimen de comunicación entre ambos.
En las últimas también horas trascendió que Suárez había difundido mensajes en su estado de WhatsApp, anticipando el acto que planeaba ejecutar.
Además, se conoció una carta dirigida a su expareja, en la cual expresaba afirmaciones vinculadas a la decisión que posteriormente llevó a cabo, mencionando de manera reiterada al niño ya la ruptura familiar.
La causa se encuentra actualmente a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción N.º 5 del Departamento Judicial de Bahía Blanca, bajo la figura legal de “homicidio agravado por el vínculo seguido de suicidio” .
Los investigadores analizan la secuencia de hechos, los antecedentes documentados y las actuaciones previas de los organismos intervinientes para reconstruir de manera precisa el contexto que precedió a la tragedia.




