La comunidad judía de Sídney, en Australia, quedó profundamente impactada tras un ataque de carácter terrorista ocurrido durante una celebración pública de Janucá en Bondi Beach, uno de los puntos costeros más concurridos del país.
El hecho se registró en la tarde del evento, cuando familias, niñas y niños participaban de una actividad comunitaria junto al mar.
Entre las 15 personas fallecidas, las autoridades y familiares confirmaron la identidad de Matilda Poltavchenko, una niña de 10 años, cuya muerte generó una ola de conmoción y mensajes de dolor.
La menor se encontraba acompañada por su hermana al momento del ataque, según relató una tía de la víctima en declaraciones al medio australiano ABC.
La familiar describió el impacto emocional de lo ocurrido y recordó a Matilda como una niña cercana a su familia, alegre y sociable, con un fuerte vínculo con su hermana.
De acuerdo con su testimonio, ambas compartían gran parte de su vida cotidiana y mantenían una relación muy estrecha.
También destacó que la niña disfrutaba de la escuela, tenía numerosos amigos y se caracterizaba por su afecto hacia los demás.
El ataque se produjo en Archer Park, dentro del área de Bondi Beach, mientras se desarrollaba el festejo por el inicio de la festividad judía.
La actividad congregaba a residentes locales y visitantes que participaban de una jornada cultural y religiosa al aire libre.
La Policía de Nueva Gales del Sur informó que los presuntos agresores fueron dos hombres, padre e hijo, de 50 y 24 años, quienes habrían abierto fuego contra los asistentes.
El saldo oficial, confirmado por el ministro de Salud estatal, Ryan Park, fue de 15 personas muertas y al menos 40 heridas, con edades que oscilan entre los 10 y los 87 años.
Tras conocerse la identidad de la menor, su profesora de idiomas, Irina Goodhew, impulsó una campaña solidaria destinada a brindar apoyo económico a la madre de la niña.
En el mensaje publicado en la recaudación, la docente describió a Matilda como una alumna destacada, llena de energía y entusiasmo, cuya presencia generaba un impacto positivo en su entorno escolar.
Entre las víctimas mortales también fueron identificados Alex Kleytman, sobreviviente del Holocausto, quien perdió la vida mientras intentaba proteger a su esposa, y Eli Schlanger, rabino y padre de cinco hijos, figuras reconocidas dentro de la comunidad.
Durante el ataque, un residente local, Ahmed al Ahmed, fue destacado por su intervención al enfrentarse a uno de los agresores, reducirlo y quitarle el arma, según evidencian registros audiovisuales difundidos posteriormente.
Las fuerzas de seguridad identificaron a los atacantes como Naveed Akram, de 24 años, y su padre, ambos residentes de Sídney.
El hombre mayor murió en el lugar, mientras que el joven fue trasladado a un centro médico en estado crítico.
Las autoridades investigan el caso bajo la hipótesis de que el ataque estuvo motivado por ideología extremista vinculada al autodenominado Estado Islámico (ISIS).
El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, calificó el hecho como un acto de violencia extrema y de antisemitismo, ocurrido en un espacio emblemático del país.
Además, anunció que las banderas nacionales ondearán a media asta en señal de duelo.
En una conferencia de prensa, Albanese señaló que se trató de uno de los episodios más dolorosos para la nación y reafirmó la posición del país frente a la violencia y el odio, subrayando la unidad nacional ante este tipo de hechos.
